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domingo, 15 de mayo de 2011

¿Que hay de nuevo, Labrax?

Pues si, tras unos mesen dedicado a tiempo completo a pescar black bass y a aprender lo mínimo para comenzar a pescar a mosca se antoja dejar de lado el agua dulce para empezar las incursiones por el agua salada en busca de cualquier depredador que merodee la costa.

En principio el depredador objetivo numero uno es la lubina y la baila. Las primeras jornadas del año tras estos peces fueron en invierno y no acabaron muy bien que digamos en cuanto a capturas, mas luego los meses de abundantes lluvias que hemos tenido este año no invitaban a salir demasiado tampoco haciéndome preferir semana tras semana la tranquilidad de un embalse. Ahora la cosa ha cambiado, si bien todavía puede llover hasta la entrada definitiva del verano las temperaturas por aquí por el sur ya son propias del estío y ahora si, equipos, señuelos y kayaks están preparados para largas jornadas en busca  peces.

Así pues, en las ultimas jornadas hemos podido ver que gaviotas y charranes no paraban de ver pececillos en superficie desde las alturas y eso estando pendiente del "momento clave" es una garantía de éxito en la pesca de estos animales. Para pescar en estas situaciones el señuelo es lo de menos, si localizamos la "bola" de pescado la pesca estará garantizada. En las ultimas jornadas hemos aprovechado esta situación que aunque no ocurre todo los días y cuando lo hacen suelen ser periodos de pocos minutos, podemos capturar numerosos ejemplares. Aunque en estas bolas de peces presa se pueden colar lubinas o bailas grandes normalmente no suelen serlo por lo que tenemos que tener en la cabeza siempre el respeto de la talla minima de 36cm (Atlántico) para las dos especies que nos ocupan.

La mayoría de veces no veremos pajareras, y entonces toca hacer lo de siempre batir mucha mucha agua hasta que al fin se produzca la picada.

Como hemos dicho anteriormente las temperaturas cada vez son mayores y los periodos de sol mas largos por lo que toma importancia insistir mas en los amaneceres y atardeceres si buscamos ejemplares grandes. El sol alto entonces no es una condición que ayude a que se alimente una gran lubina, aunque nunca se sabe....

Si hablamos de mareas hablamos de corriente, este aspecto no tiene tanta importancia si pescamos desde playa sin influencia de ríos como bien saben los pescadores de surfcasting, aunque si pescamos en desembocaduras  y espigones si lo es, por lo que hay que insistir cerca de la orilla donde el efecto embudo de la corriente de subida o bajada es menor. Por otra parte de siempre hemos escuchado y leído que es mejor pescar cuando la marea sube y no cuando baja. Esta afirmación depende totalmente de la zona, y es trabajo nuestro aprender si una zona es mejor o peor con una marea subiendo o bajando, con un coeficiente mas grande o mas pequeño.

Exactamente lo mismo pasa con los vientos, estos suelen soplar frecuentemente con una dirección en cada lugar y estoy seguro que es un factor que importa mas al pescador que a los propios peces.

Escribo de nuevo más de los mismo sobre la pesca de la lubina y baila, sobre los mismos aspectos que tratan tantísimas veces las publicaciones y revistas de pesca. No hay señuelos mágicos que den peces siempre y seguramente nunca coincidirán de nuevo todos los factores que se reunieron aquel día que triunfamos sacando un montón de peces. La clave es dar muchos cañazos, probar señuelos, cambiar de colores, tamaños, cambiar de zona y como no mucha observación del terreno, pues si las gaviotas nos facilitan la labor mas dura, ¿porque no aprovecharlo?.

Por ultimo saludos a los compañeros Javi y Luis por las ultimas jornadas en busca de "labrax".

Buena pesca!